¿Conoces la frase «El sexo es como la pizza, aunque salga malo, es igualmente bueno»? Aunque sea cierta para muchos casos, en el caso del sexo oral NO lo es. Pero cuando lo haces bien, un blow job (felación) puede ser el arma perfecta de tu arsenal.

Es excitante, es íntimo, y tiene el poder de catapultarte al olimpo de la «chica de los sueños» deseada por muchos. Pero si se hace mal, un blow job puede ser totalmente decepcionante y nada satisfactorio como un plato que no se ha servido en condiciones. Así que, ¿cómo te aseguras de que estás sirviendo un buen plato? Bien, para empezar, nada excita más a un chico que la percepción de que su chica está disfrutando mientras le realiza una felación. Si no la estás haciendo con ganas, si se te nota que te es indiferente o incluso que te agobia, tu chico lo va a notar, y el efecto podría ser que se sintiera culpable. Así que, en primer lugar, asegúrate de que quieres hacerlo y que estás decidida a pasártelo genial. Cuanto mejor te lo pases, más disfrutará él.

En segundo lugar, nunca tengas miedo a probar cosas nuevas. No hay nada peor que hacer un blow job soso. No se trata sólo de ritmo, que es muy importante, se trata de vayas introduciendo pequeñas variaciones: lamer lenta y sensualmente, ligeros y rápidos lametones, un masaje de glande con la lengua y los labios… Utiliza los elementos que te apetezca: labios, lengua, mejillas, barbilla, incluso algún juguete. No hay reglas, tú las pones.

Pero vamos a ver algún truco que le va a hacer perder la cabeza

 

 

Haz ruido

Para muchos chicos, es una de las cosas más excitantes que una chica puede hacer durante una felación. Qué mejor manera de demostrar que te lo estás pasando bien que gemir y jadear entre ida y venida; pero, sobre todo, no te pases, no sobreactúes, porque se va a notar mucho que estás exagerando y tu chico se lo puede tomar a mal. Pásatelo bien, demuéstraselo con algún gemido y verás cómo a él se le nota al instante, ya me entiendes…

Siente las vibraciones  

El glande es tan sensible a las vibraciones como el clítoris, de hecho, dispone del mismo tipo de terminaciones nerviosas. Hay juguetes que te pueden ayudar a estimular a tu chico y que consisten en hacer una vibración o masaje en el glande. ¿Qué tal si haces que un juguete se encargue de la parte superior y tú te centras en disfrutar de la parte inferior? Sí, exacto, los testículos. Esto va a volver a tu chico realmente loco, te lo garantizo. Pulse es para eso (ver aquí). Colócalo en la parte superior, enciéndelo, cosa que a tu chico ya le estará gustando, y tú céntrate en acariciar suavemente el tronco y la base durante un rato. Te aseguro que va a descubrir una excitación bestial, y tú te lo vas a pasar genial controlando la situación.

Pero hay otros juguetes que también te pueden ir muy bien. Coge tu vibrador habitual, algo como esto, enciéndelo, juguetea con él introduciéndotelo en la boca y chupándolo como si fuera el miembro de tu chico. Verás que se desvive por ser él el juguete. Pero no lo sustituyas: introduce el pene en la boca junto al vibrador encendido. Ver la situación y sentir las vibraciones le volverán loco. Si además mueves la lengua y le acaricias, será el no va más.

Cuestión de pelotas

Y volvemos a esa delicada pero prometedora zona, que a veces puede intimidarnos por lo sensible y delicada, pero que guarda una fuente de placer si sabemos cómo hacerlo.

Todos, más o menos, sabemos cómo acariciar un pene, cómo cogerlo, cómo moverlo, pero los testículos han de tratarse con cuidado, de entrada,  porque no a todos los chicos les gusta que les acaricien, o incluso son demasiado sensibles y no toleran bien el contacto directo. Así que, antes de nada, asegúrate de que a tu chico le gusta, pregúntale directamente o dirígete hacia la zona lenta y delicadamente, observa si le causa rechazo o no, y sino, tienes luz verde 😉

Y si tienes luz verde, lo mejor que puedes hacer es sostener suavemente ambos testículos mientras sigues disfrutando de la felación que ya habías comenzado. Una mano a cada cosa, una masajea el pene controlando el blow job y la otra sostiene y acaricia suavemente la otra parte. Cuando veas que tu chico está ya al límite, aprieta un poco más la parte inferior y verás cómo se desencadena un torbellino de placer y un orgasmo fenomenal. Cuando hayáis acabado, pregúntale qué le ha parecido este último apretón y ya verás como te confiesa que ha sido una pasada.

Usa el toque mágico

Cuando un chico está sexualmente excitado, su cuerpo se vuelve muy sensible. Esto crea la situación ideal para ser «multitarea» (dicen que se nos da bien no?) y te propongo que, mientras sigues disfrutando realizando la felación, deslices uno de tus dedos corazón hacia su perineo (la zona que está entre el ano y los testículos). Es una zona tremendamente excitante para los hombres, ya que allí se concentran gran cantidad de terminaciones nerviosas. Es muy posible que ni tu chico sepa que está a punto de descubrir una fuente de placer muy intensa, ya que muchos chicos desconocen (o incluso evitan) esa zona. Pero si colocas allí tu dedo y ejerces una leve presión, mantenida, mientras sigues con el blow job, verás cómo la erección toma una consistencia aún mayor. Es muy posible que a tu chico se le escape algún gemido de lo bien que se lo estará pasando. Si ves que no le gusta, para al momento, claro está, pero si le gusta, adelante, sigue con esa presión y lleva al límite o más allá a tu pareja.

El 69 

En el caso de los chicos,  les excita enormemente. Están dando placer al mismo tiempo que lo reciben. Pero también es verdad que, al contrario de lo que nos han vendido en el cine porno, el 69 puede ser una postura muy incómoda, donde no acaban de coincidir bien los ángulos, o donde uno se cansa más que el otro, por ejemplo. Pero ¿habéis probado el 69 de lado? poneros ambos tumbados de lado, haciendo coincidir la zona de los genitales con la boca, y a disfrutar. Además, es una postura que os da mucho margen de maniobra y de movimiento. Probadla y ya me diréis si os ha gustado más.

Perfecciona la garganta profunda

Primero de todo quiero decir que hay chicos a los que este estilo no les gusta, y también que, a los que les gusta, tampoco les gusta que todo el rato sea garganta profunda (deep thoat). Este estilo es sólo una parte de la felación, recordad que hemos comenzado diciendo que lo importante es variar, no repetir siempre lo mismo. Combínalo con el resto de variaciones que hayas introducido en el blow job; hay varias maneras de hacer un deep throat, ten la mente (y sobre todo la boca 😉 abierta y ten en cuenta esto:

  1. Recuerda que tú tienes el control. A muchos chicos les gusta hacer el truco de cogerte la cabeza por detrás y presionarla contra ellos (el porno aquí también hace publicidad engañosa del tema), pero seamos claras, a muchas chicas eso no les gusta ni las excita (a no ser que sí sea así y lo hayan expresado claramente antes de hacerlo). Chicos, si queréis un martillo neumático, uno que no tenga dientes que «accidentalmente» os «acaricien», para eso ya tenéis las Fleshlight. Así que, antes de comenzar a darle placer a tu chico, déjale claro que puede usar sus manos pero que no se pase apretando demasiado tu cabeza, así disfrutaréis ambos mucho, ya que una penetración profunda hasta la garganta también puede ser muy excitante para la chica (si quiere y le gusta, recordamos) y no tengas miedo a ahogarte, no pasará.
  2. Relax. No estés pensando todo el rato que te vas a asfixiar, ¿sabes por qué? porque vas a poner tan tensa tu garganta que al final te va a incomodar hacerlo. Así que relájate y disfruta, cierra los labios alrededor del pene, con ello conseguirás que la garganta se abra aún más (sí, pruébalo, ya verás como tengo razón). Si te relajas, la garganta estará más elástica, se abrirá más, la boca se lubricará sola y todo el proceso será muy agradable y excitante para ambos.
  3. Encuentra una buena postura. Y aquí que cada cual escoja la que prefiera, se trata de estar cómodos para disfrutar más.

Extras

Puedes darle un toque especial probando alguna de estas opciones:

  • añade un cubito de hielo, pero no se lo pongas directamente en el pene (eso será muy frío para él, además, será lo que él espera que hagas). Sorpréndele metiéndote el cubito en la boca y jugando con él y la lengua mientras se va derritiendo. Y cuando esté a medio derretir, introduce el pene en la boca y juega con ambos. La mezcla de texturas y temperaturas le volverá loco.
  • los lubricantes de sabores pueden ser un condimento muy excitante. Y te explico un truco que me encanta: ponte un poco de lubricante de sabores en los labios, como si fuera un pintalabios o brillo, desliza tus labios por el pene hasta introducirlo por completo en la boca. El lubricante se habrá extendido por el miembro. Ahora utiliza las manos (si quieres, añádeles un poquito más de lubricante) para masajear el pene mientras chupas o saboreas el glande. Puedes ver aquí lubricantes que te irán bien para hacerlo.

 

Y el truco más importante que te puedo decir es que TE LO PASES BIEN. Las felaciones son para disfrutarlas entre los dos, deben ser interactivas. Prueba todos estos trucos y descubrid cuáles os gustan más, cuáles menos, o qué trucos nuevos se os han ocurrido mientras experimentábais. Y, ya sabéis, luego nos los contáis.